viernes, 12 de febrero de 2016

El Anticristo (político)



Hemos pasado las últimas décadas soportando proselitismo político que ha aprovechado y agudizado las diferencias de clases para crear luchas ficticias e innecesarias y, de esas guerras entre pueblo hermano, obtener rédito electoral.

Actualmente todo parece ser un conflicto. Patrono contra trabajadores. Pobres contra ricos. Mujeres contra hombres. GLBTI contra heterosexuales. Consumidores de marihuana contra dogmáticos religiosos. Burócratas contra independientes. Todos contra todos.

Naturalmente, en las guerras nacen los héroes. Pero debemos tener claro que las guerras simuladas traen héroes simulados.

Acuso que, en nuestra sociedad actual, existen todavía falsos arengadores, sembradores de tormentas que se entretienen fabricando problemas inexistentes para, luego, y tras no poco engaño, hacerse aparecer a sí mismos como los únicos salvadores. Mientras tanto, los torpes seguidores se quedan con los problemas que el falso mesías les endilgó (porque obviamente no va a solucionar los problemas, sino deja de ser indispensable) y sin que nadie sepa cómo, resulta que además se le debe favores, gratitudes y hasta honorarios.

Hay que tener cuidado en año electorero. Estas temporadas son cuando los chacales visten de ovejas, los burros usan birrete y los pícaros lucen hábito obispal.

Y, si algo hay en nuestra política local es chacales, burros y pícaros.

Vecinos, cuídense del chacal, porque ese perro no solo come ovejas, sino a sus propios congéneres. De los pícaros huyan, porque esos dejan, nomás, endosando problemas y luego no hay ni cómo encontrarles. Pero más teman a los burros porque, bueno, ya ven cómo nos está yendo.

Nuestra situación -la de Latacunga- es delicada y emergente. No podemos permitirnos el lujo de volver a elegir en base a pasiones o desafectos. Es verdad, esta vez elegiremos asambleistas, pero en estas elecciones es dónde levantarán su perfil los futuros candidatos a supermanes locales. Cuidado, mucho cuidado, y ojo atento.

Hay que estar muy agudos en este año electoral por dos principales motivos: porque tras la masa de alimañas disfrazadas hallaremos a un séquito de zombies anonadados por las ofertas proselitistas (y, como dijo don Facundo, hay que tener miedo de los pendejos); y, sobre todo, porque es bastante posible también que en la mitad de esta fanesca del diablo, se encuentre alguno que realmente valga la pena y que no llegue muy lejos por faltan de apoyo.

Un solo consejo voy a dejar hoy: no se dejen llevar por ofertas ni discursos. Exijan planes reales y factibles, propuestas legislativas y temas fiscalizables específicos. Luego, analicen uno a uno a los candidatos en base a las iniciativas LEGISLATIVAS y de FISCALIZACIÓN (porque solo eso hace la Asamblea, así que cualquier otra oferta es simplemente falsa) y, viendo bien quién miente y quien no -que siempre se delatan solos-, elija su representante.

Estamos en crisis, y estamos muy mal acostumbrados a salir de ellas no por esfuerzo propio sino por gestión de héroes o salvadores. Este es el año en que los anticristos se aprovecharán de nuestras esperanzas y nuestros anhelos.

Solución: no tenga esperanza en un tercero sino en usted mismo y póngase a trabajar; no tenga más anhelo que el de un día bien justificado, llegar a casa cansado por una jornada aprovechada. Aléjese del dogmatismo político, crea en usted y no en el candidato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario