Hace
ya algunos días trascendió la noticia sobre una Juez, en Latacunga,
que habría negado una orden de prisión al hoy prófugo y antes
hombre fuerte del correato, Ricardo Patiño. Tras esta noticia, las
redes sociales se incendiaron en contra de la Juez, a quien se
tachaba de corrupta y negligente, entre otros variados epítetos.
Incluso hubo quienes afirmaron que habría recibido la ridícula suma
de medio millón de dólares a cambio de la libertad del político.
Y es
que cuando somos anónimos, como es el caso del internet, somos muy
atrevidos y decimos lo que sea. Y cuando no conocemos la realidad de
las cosas, creemos y repetimos lo que sea. Ahora, entendamos como son
en verdad las cosas.
Es
así de sencillo: la Fiscalía puede pedir la detención con fines
investigativos de una persona que, siendo necesaria para la
investigación, se niega a colaborar con ella. Es decir, el o la
Fiscal debe hacer los esfuerzos necesarios por obtener lo que
necesita para su investigación, y solo cuando esos esfuerzos fallan,
justificando sobradamente que no existe otra forma, puede pedir que
se detenga a un ciudadano.
Para
el efecto, el o la Fiscal a cargo debe evidenciar y comprobar
certeramente que el requerido no colabora y que no puede ser traído
a colaborar sin el apoyo de la policía. Y esto se llama DETENCIÓN,
no PRISIÓN. Me explico: lo que se busca es ubicar al requerido,
traerlo a la investigación y, luego de eso, liberarlo
inmediatamente. No quiere decir, bajo ningún parámetro, que el
requerido deba mantenerse privado de su libertad. Es decir, nunca se
negó la prisión de Patiño, solo se negó a hacerlo detener para
que colabore, porque aparentemente siempre estuvo colaborando.
Obviamente,
debemos verificar que Patiño, en este caso, no colaboraba con la
investigación. Esto es lo que la Fiscalía debía comprobar y la
Juez debía analizar, nada mas. Pero resulta que Patiño había
participado de la investigación por medio de sus abogados y que, en
algún momento, él mismo pidió que se le permita acercarse a dar su
testimonio. Esto es lo que la Juez valoró a la hora de juzgar. Para
ella, el petitorio de la Fiscalía no tiene fundamento y, obviamente,
corresponde negarlo.
Debo
ser claro, no conozco personalmente a la Juez Benítez más allá de
lo que mi profesión obliga. Simplemente estoy convencido que, así
como alzamos la voz para reclamar, también hay que alzarla para
defender las actuaciones correctas de funcionarios. Y esta, a mi
criterio profesional, es una actuación muy correcta. No me gusta el
resultado, no me gusta ver otro vinculado al correato eludiendo el
sistema judicial. Pero más allá de que me guste o no, la actuación
de la Juez es acertada.
Hoy,
según dicen, la Juez va a ser investigada hasta el aburrimiento,
como si fuera una vulgar delincuente. Me gustaría que también se
investigara a varios Fiscales, cuyos actos riñen con criterios de
objetividad. Así como muchos se preguntan por qué la Juez dejó ir
a Patiño, yo me pregunto por qué la Fiscalía hizo un requerimiento
sin la más mínima posibilidad de justificarlo.
Ahora,
entendiendo las cosas, ustedes estarán de acuerdo conmigo que es más
fácil creer que la Juez Benítez actuó conforme su criterio. Ella
sabía que los medios y las redes sociales iban a estallar contra
ella. Y aún así, hizo lo que consideró mejor. Para mi no es una
cobarde que obedece telefonazos o que se amilana ante la crítica
pública. Al contrario, es una Juez valiosa, de esas que hacen lo
correcto, caiga quien caiga, y aunque la que caiga sea ella mismo.
No
olvidemos la crítica que hacíamos al régimen anterior, la metida
de mano a la justicia, funcionarios obedientes y sentencias dictadas
en sabatinas. Hoy una juez actuó conforme su criterio profesional,
fue leal a sus conocimientos. Hoy, aunque algunos hubieran querido
ver en la hoguera al procesado, se aplicó la ley. Hoy, ella juzgó
bien y nosotros juzgamos mal.