viernes, 16 de septiembre de 2016

DE CABLES Y CAMALES




Mientras nos entretienen con las Mamas Negras, mil cosas suceden en nuestra ciudad sin que ni siquiera nos hayamos pronunciado.

Igualito que cómo nos metieron la Cárcel, ahora pretenden lacrar nuestra joya natural con un montón de torres y cables de alta tensión. Tales armatostes no serían otra cosa que el monumento a la estupidez. Recuerden: ya tenemos cárcel, ya nos excluyeron de la E35, y ahora nos van a golpear justo en la única fuente posible de ingresos: el turismo.

No podemos seguir callados, nos están acabando la ciudad.

No fue muy diferente lo que casi nos sucede con el tema de la construcción del camal en Tilipulo. A cuenta de un pseudo progreso, algunos infames, trataron de mancillar otra de nuestras joyas. Es verdad, la hacienda Tilipulo no es funcional, y está abandonada; pero una joya, aunque sucia y oxidada, no deja de ser joya.

Y esta batalla aún no está ganada, pues el uso de suelo de la hacienda Tilipulo no parece estar suficientemente definido y, tal parece, que sin una reforma legal importante que proteja a este emblema histórico, no habrá manera de garantizar que la Hacienda Tilipulo vuelva a su esplendor de siempre.

De las torres de electricidad nos ocuparemos durante la semana siguiente, pero sin descuidarnos mucho porque esas torres nos ls van a poner cualquier madrugada. Hoy es importante completar el esfuerzo hecho por Tilipulo. Varias semanas, centenares de latacungueños, cada uno desde su trinchera, hemos hecho esfuerzos por evitar el uso industrial de los terrenos de la hacienda. Esta semana, un grupo de muy preocupados Mashcas harán una propuesta al GAD Municipal de Latacunga: que se declare a la Hacienda Tilipulo como una zona de uso exclusivo ecológico y recreacional. Esta propuesta va acompañada de cientos de firmas, que se han reunido durante las últimas semanas. Si se logra, y solo entonces, podremos decir que salvamos a Tilipulo.

Gracias al Foro Latacunga por esta propuesta que, seguro, será apoyada por cada uno de los latacungueños de corazón. Y, tenemos fe, que será recogida por el GAD Municipal, en donde se forjarán los instrumentos jurídicos necesarios para ratificar el actual estado de búsqueda e identidad en que nos encontramos.

Luego, habremos de guardar fuerzas para lo que viene. La lucha por la vindicación de lo que nos pertenece no ha terminado. Hoy, como nunca, Latacunga ha renovado votos con el futuro. Hoy, como nunca, la sociedad latacungueña es fuerte y más consciente de sus atribuciones y capacidades. Hoy, como nunca, hemos vuelto a ser dueños de aquello que nos quisieron desheredar.

Las torres de alta tensión no se harán en suelo de nuestro Parque Nacional. De ellos depende el futuro turístico de nuestra ciudad, el pan de nuestros hijos.

Es tiempo de dejarnos oír. No mas miedo: nos están destruyendo la casa. O nos paramos o perecemos.