miércoles, 5 de junio de 2019

Matrimonio igualitario




Actualmente en el Ecuador, la unión de hecho entre homosexuales es permitida. Y este estado civil da a estas parejas casi los mismos derechos y obligaciones que el matrimonio. Es obvio preguntarse por qué entonces se sigue peleando por el matrimonio homosexual.

Parece ser que la unión de hecho no es suficiente. Y la discusión se enmarca en la igualdad de condiciones entre heterosexuales y homosexuales. Pero parece ser que el carácter práctico de este discurso es pobre.

La palabra matrimonio proviene del latin mater, es decir madre; y monium que se refiere a rituales legales. Esta palabra históricamente se empleaba para referir el estado jurídico de una mujer casada, a la legitimidad de su maternidad y a su unión para con un hombre así como a todos los efectos económicos y sociales que esto deriva. El origen conceptual de la palabra matrimonio no alcanza para definir una unión homosexual. Además, nuestra Constitución en su artículo 67 claramente establece que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, así que cualquier intento de hacer lo contrario debe pasar primero por una modificación de nuestra máxima Ley, lo que implica un cambio en los paradigmas de todo el Estado ecuatoriano como ente común. Esto puede traer algunos riesgos, pues debilitaría el bloque de constitucionalidad y nos obligaría a pensar en una rara Constitución flexible.

No puede permitirse el matrimonio homosexual en el Ecuador. Y no estoy en contra de la idea, pero si de las formas: por concepto y por Constitución, esta idea no se puede realizar: el matrimonio no es la manera en que una pareja sexodiversa pueda unirse en este país, punto. Pero estoy completamente de acuerdo que las personas deben explotar su derecho a ser felices, y a formar una familia en la forma que deseen. También creo que el Estado debe apoyar estas uniones y permitir formas de proteger a los miembros de estas parejas frente a las eventuales problemáticas que puedan tener. Por ejemplo: constituir un patrimonio mancomunado, ser tratados como pareja o familia en sentido amplio, solucionar sus controversias desde la óptica de la violencia intrafamiliar, etcétera.

Pero insisto: la unión de hecho ya incorpora todos estos beneficios y posibilidades. Así que la pelea por el matrimonio igualitario parece tener más tintes políticos que prácticos. Dicho de forma más simple: a una pareja homosexual, en la práctica, les da lo mismo estar casados que tener una unión de hecho reconocida. ¿O no?

Creería yo que todo este tema es un distractor que nos abstiene de otra discusión posiblemente más trascendente: la adopción de niños por parte de parejas sexodiversas. Sería interesante transparentar el discurso.

La adopción de niños por parte de parejas sexodiversas no se ha discutido. Este tema, tabú, no se trata abiertamente. Quienes se encuentran en situación de decidir no quieren discutir porque no quieren pelearse con nadie. Las agrupaciones a favor de la adopción tampoco quieren discutir porque saben que la sociedad aún no está lista para todo esto y tratar el tema con mucha frontalidad podría lograr que esta sociedad ponga presión en los políticos, quienes acabarán decidiendo en contra, como siempre, en base a sus miedos, y no en base a la realidad.

Resulta más fácil y menos llamativo hablar del matrimonio homosexual que de la adopción de niños por parte de parejas homosexuales. Nadie quiere esa discusión, nadie quiere exponerse a un debate de tales magnitudes.

El Estado debe proteger la unión de parejas homosexuales. Sobre las implicaciones de la adopción de niños por parte de este tipo de parejas habrá que analizar profundamente y por separado. Trato de hacer notar, a todos, que la forma de tratar estos temas no es la adecuada. Trato de decir que algunas minorías están utilizando formas de discurso inadecuadas y engañosas; y que nuestra clase política se lava las manos, para variar. Y digo frontalmente, que la sociedad no está lista para esto. No es que sea malo, es que no es el tiempo.

Parecería que lo más adecuado será hablar de esto en unos años más.

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