jueves, 15 de octubre de 2015

Crear clientes, no solo ventas




La semana pasada necesitaba realizar una compra urgente de un artículo especial que lamentablemente una vendedora quedó muy mal. Una de mis opciones para encontrar aquel producto fue el Centro Comercial Popular el Salto. La conclusión que tuve en aquel lugar la hago sin el afán de herir susceptibilidades sino con el propósito de dar una real y objetiva descripción de mi experiencia y con la posibilidad que se tomen acciones al respecto.
Para cuando llegamos a aquel lugar, con el afán de ahorrar tiempo, mi hermano y yo nos separamos para recorrer por cada uno de los locales que consideramos que podrían tener aquella prenda. En uno de los primeros locales que visité, la dueña estaba tan concentrada en la telenovela que no se inmutó cuando le pregunté si disponía lo que necesitaba, se limitó a mover la cabeza de forma negativa para continuar viendo su programa. En otra de las tiendas el vendedor no fue capaz de saludar, estaba tan concentrado conversando con uno de sus amigos que seguramente le resultó más importante enterarse de las novedades en lugar de atender. En el recorrido por los varios pisos del centro comercial, las circunstancias fueron muy parecidas; en la gran mayoría de locales los vendedores se limitaban a responder en un tono apático y hasta grosero.
No puedo decir que este tipo de escenario lo vi en todos los locales, pues hubieron vendedores que fueron muy amables, atentos, prestos a atender e incluso recomendaban las tiendas de sus compañeros para poder ayudar. Al principio, supuse que había sido solo idea mía pero al encontrarme con mi hermano y compartirle mi punto de vista, coincidió que había tenido una experiencia bastante similar. Desgraciadamente la gran mayoría de vendedores habían mostrado una actitud esquiva y hasta quemimportista.
Dicen que un cliente bien atendido puede ser más valioso que invertir en una gran cantidad de dinero en publicidad. Aplicando entonces esta frase al Centro Comercial Popular el Salto, me atrevería a decir que existen detalles muy importantes a considerar. Si bien es cierto los productos son determinantes, la atención al cliente es de vital importancia para la continuidad de un negocio. En el caso puntual de aquellos vendedores que prestaron más atención a la televisión, a las conversaciones o que simplemente no les dio la gana de atender de la una forma amigable, ¿cómo pueden esperar que sus negocios prosperen? Se quejan que sus negocios han bajado, que el comercio informal, que el Cotopaxi, que la crisis del país y muchas otras razones más, sin embargo gran parte de responsabilidad está en su actitud; más aun cuando sus potenciales clientes están siendo mejor atendidos por los comerciantes informales: una cruda realidad.
Vuelvo y repito mi intención no es crear controversia ni mucho menos ofender, mi mensaje es que si bien es cierto la gran mayoría de negocios han sido afectados negativamente por diversos motivos, existe mayor responsabilidad para cuidar a los usuarios y brindarles una mejor atención. Ya que si no se cuida a aquellos clientes, de seguro alguien más lo hará.

Editorial por: María José Rodriguez 
latacunani@gmail.com

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