En
una radioemisora local se entrevistaba una administradora de turno,
mientras se recibían llamadas en vivo para permitir las preguntas de
rigor. Hago algunas anotaciones personales:
1.- Los administradores locales (algunos) no tienen idea de lo que
están haciendo en sus cargos. Aunque los medios se esmeran en tener
al entrevistado adecuado, éste no logra responder la expectativa de
un oyente medianamente culto. Me queda la duda, si es que el/la
superman de turno realmente es torpe, o si está terriblemente seguro
de que todos los demás somos torpes y nos trata como tal. Para
cualquier ciudadano informado, gran parte de lo que se dice es
claramente falso o, al menos, equivocado. Merecemos información
oficial fidedigna, confirmada y corroborable.
2.- Estamos copiando estrategias viciosas de manejo de los espacios
mediáticos. Las llamadas al aire, de esta entrevista a la que me
refiero, todas o casi todas, no eran sino para felicitar y agradecer
al entrevistado, a sus estandartes, compadres y priostes.
¡Vergonzoso! Pareciera que ningún Latacungueño tuviera idea de una
pregunta coherente. Claro, al intentar llamar al medio para preguntar
alguito, toda comunicación se encontraba ocupada. Ahora bien, si
casi todas las llamadas son del mismo barrio, a felicitar por la
misma obra, de gente adulta y en horas de oficina, lo que a mi me
parece es que esas felicitaciones no eran tan sinceras. Me parece mas
bien, que algunos burropies y uno que otro cognado se dedicaron a
saturar las líneas de comunicación con el medio radial, a fin de
realzar las dubitables dotes del superman entrevistado y, de pasito,
evitar que preguntas reales lleguen a ser públicas y evidencien
(más) la ignorancia del preguntado. Horrible, además de la mentira
(o error, demos el beneficio de la duda), tener que aguantar a un
puñado de anónimos zalameros que no hacían sino restarle aún más
a la imagen de la entrevistada ante cualquier oyente culto.
3.- En toda la entrevista escuché varias veces que, en diferentes
obras, habría que hacer “contratos complementarios”. Pero, ¿qué
es un contrato complementario? Pues simple: es un segundo contrato
que se hace sobre la misma obra, para realizar ciertas tareas que
resultan ser nuevas e indispensables para el cabal funcionamiento de
la obra principal. Es decir, por la complejidad de la obra, se
determinan requerimientos adicionales o diferentes a los
originalmente presupuestados y como no puede modificarse el contrato
principal, se hace otro llamado complementario. Lo dicho: “por la
complejidad de la obra”. Pero escucho que, en mi Latacunga, una
gran cantidad de obras van a salir con contratos complementarios.
Pregunto: ¿dónde estamos construyendo la nave espacial?
Con esta contratación complementaria puedo disponer hasta del 70%
del monto del contrato original; es decir, puedo llegar casi a
duplicar el valor de la obra. Si se hace bien, sirve para salvar
eventualidades típicas de construcciones complejas; pero si se hace
“mejor” sirve para salvar las eventualidades económicas del
contratista. Roguemos que estos contratos complementarios de que han
tratado en la radio sean a bien de la ciudad. Normalmente, para obras
de relativamente pequeña envergadura, como son las pocas que se ven
de esta administración, no debería haber mucho contrato
complementario. O las obras son enormes, o los contratos están mal
hechos o la fiscalización no funciona; pero no puede solucionarse
todo con contratos complementarios.
Nos encantaría considerar que todo lo que escuché se debe solo a
una ligereza o error de la persona entrevistada. Nos gustaría creer
que esta persona estaba nerviosa o, incluso, que no contaba con la
información real en sus manos. Pero, en todo caso, y mientras no se
nos permita información oficial a la ciudadanía (que nunca se
encuentra accesible), nos tocará quedarnos con la duda de si algunos
problemas de Latacunga son asunto de corrupción o de simple
incompetencia.
Para dilucidar esta duda, vecino, deberemos dedicarnos un poco más a
estudiar el funcionamiento de nuestra ciudad. Es momento de
interesarnos realmente por lo que pasa en la caja de cascajo.
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